lunes, 28

Somo-Loredo. Santuario de Nuestra Señora de Latas, 21:00h

Tamar Lalo y Daniel Oyarzábal

Tamar Lalo, flautas

Daniel Oyarzábal, clave

 

The Celebrated Sammartini

Giuseppe Sammartini

  • Sonata en Sol Mayor. Sibley n. 25
  • Sonata en re menor. Sibley n. 20
  • Sonata en Re Mayor. Sibley n. 17
  • Sonata en sol menor. Sibley n. 14
  • Sonata en Fa Mayor. Sibley n. 27

 

 

Giuseppe Sammartini, uno de los más grandes oboístas de finales del Barroco y un compositor de gran prestigio en su época, nació en Milán, pero a lo largo de su vida se trasladó a Londres en búsqueda de nuevas oportunidades. Londres en el siglo XVIII era un lugar de encuentro para músicos de toda Europa que buscaban nuevas salidas profesionales, ya que allí existían varios teatros abiertos al público, además de numerosas salas de conciertos públicos "a taquilla”, un fenómeno particular en una época en la que los lugares para escuchar a los músicos eran todavía principalmente las cortes y las iglesias. Muchos músicos tocaban en orquestas, pero también demostraban su virtuosismo interpretando sonatas y conciertos en las audiciones públicas, a menudo piezas escritas por ellos mismos. Sammartini no fue diferente y su nombre aparece escrito en partes importantes para oboe en manuscritos autógrafos de óperas de Händel, como por ejemplo en el aria “Quella fiamma” de Arminio (1737), y también en varios programas de conciertos públicos en Londres. En su obituario publicado en un periódico londinense se afirma que "falleció Giuseppe Sammartini, el mejor oboísta de Europa".

 

Es muy probable que además del oboe, Sammartini también tocara la flauta, tanto dulce como travesera, ya que era práctica habitual de la época tocar diferentes instrumentos de viento y además dejó en herencia a su hermano, el famoso compositor Giovanni Battista Sammartini, cuatro flautas, entre otros bienes. Sammartini destinó 32 sonatas a la flauta de pico con bajo continuo, además de muchas otras sonatas para dos flautas y un concierto, probablemente su obra más famosa y una de las composiciones más destacadas del repertorio barroco. En este programa se pueden escuchar cuatro de estas sonatas, conservadas en el manuscrito “Sibley” preservado hoy día en la biblioteca Eastman, junto a varias piezas para clave solo de G. F. Händel.

 

¿Podríamos imaginar cómo sonaría esta música de Sammartini y Händel interpretada en una de las salas de conciertos en Londres?

 

lunes, 28

Somo-Loredo. Santuario de Nuestra Señora de Latas, 21:00h

Tamar Lalo y Daniel Oyarzábal

Tamar Lalo, flautas

Daniel Oyarzábal, clave

 

The Celebrated Sammartini

Giuseppe Sammartini

  • Sonata en Sol Mayor. Sibley n. 25
  • Sonata en re menor. Sibley n. 20
  • Sonata en Re Mayor. Sibley n. 17
  • Sonata en sol menor. Sibley n. 14
  • Sonata en Fa Mayor. Sibley n. 27

 

 

Giuseppe Sammartini, uno de los más grandes oboístas de finales del Barroco y un compositor de gran prestigio en su época, nació en Milán, pero a lo largo de su vida se trasladó a Londres en búsqueda de nuevas oportunidades. Londres en el siglo XVIII era un lugar de encuentro para músicos de toda Europa que buscaban nuevas salidas profesionales, ya que allí existían varios teatros abiertos al público, además de numerosas salas de conciertos públicos "a taquilla”, un fenómeno particular en una época en la que los lugares para escuchar a los músicos eran todavía principalmente las cortes y las iglesias. Muchos músicos tocaban en orquestas, pero también demostraban su virtuosismo interpretando sonatas y conciertos en las audiciones públicas, a menudo piezas escritas por ellos mismos. Sammartini no fue diferente y su nombre aparece escrito en partes importantes para oboe en manuscritos autógrafos de óperas de Händel, como por ejemplo en el aria “Quella fiamma” de Arminio (1737), y también en varios programas de conciertos públicos en Londres. En su obituario publicado en un periódico londinense se afirma que "falleció Giuseppe Sammartini, el mejor oboísta de Europa".

 

Es muy probable que además del oboe, Sammartini también tocara la flauta, tanto dulce como travesera, ya que era práctica habitual de la época tocar diferentes instrumentos de viento y además dejó en herencia a su hermano, el famoso compositor Giovanni Battista Sammartini, cuatro flautas, entre otros bienes. Sammartini destinó 32 sonatas a la flauta de pico con bajo continuo, además de muchas otras sonatas para dos flautas y un concierto, probablemente su obra más famosa y una de las composiciones más destacadas del repertorio barroco. En este programa se pueden escuchar cuatro de estas sonatas, conservadas en el manuscrito “Sibley” preservado hoy día en la biblioteca Eastman, junto a varias piezas para clave solo de G. F. Händel.

 

¿Podríamos imaginar cómo sonaría esta música de Sammartini y Händel interpretada en una de las salas de conciertos en Londres?