miércoles, 28

Iglesia de San Cristóbal. Comillas, 21:30h

Le Concert de L’Hostel Dieu

 

Heather Newhouse, soprano

Reynier Guerrero, violin

Aude Walker-Viry, violonchelo

Ulrik Gaston Larsen, tiorba y guitarra

Franck-Emmanuel Comte, clave y dirección

 

 

Desde Italia a Francia, el florecimiento del genio femenino

 

 

Bocages et badinages

Françoise-Charlotte de Saint-Nectaire (1679 – 1745)

  • «On dit qu’Amour vient surprendre» y «Aux lois d’Amour» (arias de corte)

Barbara Strozzi (1619 – 1677)

  • « Mie pensieri » (Aria extraida del 6)

Julie Pinel (1710 – 1737)

  • Recitativo «Déjà la riante verdure» y «Doux Rossignols» (extracto de la cantata «Le Printemps»)

Mademoiselle Duval (1718 – 1775)

  • « Accourez jeux charmants » y pandereta (extract0 de «Les Génies Elémentaires»)

Barbara Strozzi

  • La Vendetta (Canzonette)

 

 

Tragic destinies

Barbara Strozzi

  • L’Eraclito amoroso (Lamento)

Isabella Leonarda (1620 – 1704)

  • Sonata Dodecima

Adagio, allegro e presto, Vivave e largo, Spiritoso, Aria Allegro, Veloce

Antonia Bembo (1640 – 1720)

  • Lamento della Vergine

Elisabeth-Claude Jacquet de la Guerre (1665 – 1729)

  • Aria «Funeste mort» y «Passepied» extracto de la tragedia lírica Céphale et Procris
  • Recitative «Mais quel bruit étonnant se répand»
  • Aria «Quel triomphe quelle victoire !»
  • Recitative «Je vois ce palais s’enflammer» extractos de la cantataSemélé

 

A principios del siglo XVII, Italia fue testigo de un verdadero auge de compositoras. Aunque algunas de ellas, como Isabella Leonarda, hicieron sus carreras a la sombra de un convento, Italia también fue el hogar de las primeras compositoras profesionales, como Barbara Strozzi, una figura simbólica del genio musical veneciano, y Antonia Bembo, menos conocida pero igualmente fascinante de descubrir. Al mismo tiempo, en Francia, la educación artística y la formación musical de las jóvenes de buenas familias era esencial, aunque sólo en casos excepcionales consiguieran convertirse en profesionales. La más famosa de ellas fue sin duda Élisabeth-Claude Jacquet de la Guerre, protegida del rey Luis XIV. Compositora de una de las pocas óperas escritas por una mujer y representada en la Ópera de París, dejó  huella en su siglo y fue fuente de inspiración para muchas de sus colegas, como Françoise de Saint-Nectaire, Julie Pinel y Mademoiselle Duval. Tantas partituras olvidadas y personalidades carismáticas por descubrir…

 

miércoles, 28

Iglesia de San Cristóbal. Comillas, 21:30h

Le Concert de L’Hostel Dieu

 

Heather Newhouse, soprano

Reynier Guerrero, violin

Aude Walker-Viry, violonchelo

Ulrik Gaston Larsen, tiorba y guitarra

Franck-Emmanuel Comte, clave y dirección

 

 

Desde Italia a Francia, el florecimiento del genio femenino

 

 

Bocages et badinages

Françoise-Charlotte de Saint-Nectaire (1679 – 1745)

  • «On dit qu’Amour vient surprendre» y «Aux lois d’Amour» (arias de corte)

Barbara Strozzi (1619 – 1677)

  • « Mie pensieri » (Aria extraida del 6)

Julie Pinel (1710 – 1737)

  • Recitativo «Déjà la riante verdure» y «Doux Rossignols» (extracto de la cantata «Le Printemps»)

Mademoiselle Duval (1718 – 1775)

  • « Accourez jeux charmants » y pandereta (extract0 de «Les Génies Elémentaires»)

Barbara Strozzi

  • La Vendetta (Canzonette)

 

 

Tragic destinies

Barbara Strozzi

  • L’Eraclito amoroso (Lamento)

Isabella Leonarda (1620 – 1704)

  • Sonata Dodecima

Adagio, allegro e presto, Vivave e largo, Spiritoso, Aria Allegro, Veloce

Antonia Bembo (1640 – 1720)

  • Lamento della Vergine

Elisabeth-Claude Jacquet de la Guerre (1665 – 1729)

  • Aria «Funeste mort» y «Passepied» extracto de la tragedia lírica Céphale et Procris
  • Recitative «Mais quel bruit étonnant se répand»
  • Aria «Quel triomphe quelle victoire !»
  • Recitative «Je vois ce palais s’enflammer» extractos de la cantataSemélé

 

A principios del siglo XVII, Italia fue testigo de un verdadero auge de compositoras. Aunque algunas de ellas, como Isabella Leonarda, hicieron sus carreras a la sombra de un convento, Italia también fue el hogar de las primeras compositoras profesionales, como Barbara Strozzi, una figura simbólica del genio musical veneciano, y Antonia Bembo, menos conocida pero igualmente fascinante de descubrir. Al mismo tiempo, en Francia, la educación artística y la formación musical de las jóvenes de buenas familias era esencial, aunque sólo en casos excepcionales consiguieran convertirse en profesionales. La más famosa de ellas fue sin duda Élisabeth-Claude Jacquet de la Guerre, protegida del rey Luis XIV. Compositora de una de las pocas óperas escritas por una mujer y representada en la Ópera de París, dejó  huella en su siglo y fue fuente de inspiración para muchas de sus colegas, como Françoise de Saint-Nectaire, Julie Pinel y Mademoiselle Duval. Tantas partituras olvidadas y personalidades carismáticas por descubrir…