“Lo que aprendí con Karajan me ha acompañado durante toda mi vida y me ha ayudado mucho como director”
Charles Dutoit, batuta señera de una gran generación, dirige este lunes, 14 de agosto, a la Royal Philharmonic Orchestra (RPO) en otra de las grandes citas sinfónicas del Festival Internacional de Santander. La formación está celebrando este año su setenta aniversario a la vanguardia de la música en el Reino Unido y llega al Festival para interpretar la Quinta Sinfonía de Beethoven, la Obertura de El Corsario de Hector Berlioz, así como una obra quizá menos conocida para el público español como son las Variaciones Enigma de Edward Elgar.
· El Festival tiene la suerte de contar con usted este año, con una de las batutas más señeras de una gran generación de directores, una figura consagrada con gran proyección internacional. ¿Qué se siente ante los elogios que tanto el público como la crítica le dedican?
Para mí lo más importante siempre es aprender. Me doy cuenta de que cuanto más mayor me hago, más quiero profundizar en una partitura cuando la estudio. Los elogios son siempre bien recibidos y agradables, pero no es lo que realmente da la satisfacción. La verdadera satisfacción viene de los músicos con los que trabajo y de la música que surge de esa buena relación.
· El público de nuestro Festival podrá escuchar, ademas a Berlioz y la ‘Quinta Sinfonía’ de Beethoven, pero también una obra poco conocida para el público como son las Variaciones ‘Enigma’ de Elgar. ¿Qué destacaría de esta pieza?
‘Variaciones Enigma’ es una de las obras musicales literarias inglesas más bellas y nadie interpreta mejor esta música que una orquesta inglesa. Hace unos años, llevé a cabo un proyecto con uno de los músicólogos británicos más destacados: Gerard McBurney. Diseccionamos la partitura y convertimos cada unas de las 14 variaciones en un evento multimedia con actores y músicos. Elgar pensaba en amigos y conocidos cuando compuso esta partitura y cada parte de la obra representa una personalidad, un carácter diferente. La música, es por lo tanto, muy pictórica. Poseía un talento capaz de provocar diferentes emociones al público, a los oyentes. Podía hacerte reír y después llorar con su música.
· ¿Cuántas veces ha podido dirigirla a lo largo de su carrera? ¿Cómo se enfrenta usted a una de las obras más interpretadas en el mundo y cómo suena con la RPO?
No puedo decir cuántas veces he dirigido la ‘Quinta Sinfonía’ de Beethoven a lo largo de mi carrera, desde que debuté como director profesional en 1959. Por supuesto, todas las sinfonías del compositor alemán están en el repertorio de los directores. Pero cada vez que interpreto una sinfonía suya, estudio la partitura de nuevo y descubro cosas nuevas. Uno nunca deja de aprender con esta música. La Royal Philharmonic tiene un sonido muy ecléctico. Interpretamos música de todos los estilos y países y es una gran satisfacción comprobar cómo tu orquesta se adapta fácilmente a la música francesa, con su propio estilo y sonido, a Elgar y a Beethoven.
· Desde 2009 es usted el director artístico y titular de la Royal Philharmonic Orchestra, una formación que el año pasado celebró su 70 aniversario. Si unimos la tradición de la orquesta con la experiencia de sus largos años de carrera ¿qué obtenemos?
Dirigí por primera vez a la Royal Philharmonic en 1966. Hemos crecido juntos. Nos conocemos perfectamente, es como la relación con un buen amigo. A veces, solo una mirada es suficiente para que entiendan qué sonido quiero de ellos. Tenemos por delante proyectos importantes juntos: Los BBC Proms de Londres, una gira por los Festivales de Lucerne y Bucarest, nuestra octava temporada en el Festival de Montreal, una gira por USA en enero de 2018, varios conciertos en el Royal Festival Hall y una gira por China.
· ¿Suele usted tocar el violín y la viola? ¿Qué momento elige para hacerlo y qué suele interpretar?
Ya no toco. Un poco el piano, en un descanso, cuando estudio una partitura. Pero cuando era joven, realicé una gira por Sudamérica como violinista con el Collegium Musicum Helveticum, pasando varios meses viajando de ciudad en ciudad. En lo personal, ha sido la experiencia más maravillosa que he tenido. Musicalmente, tengo que decir que lo más destacado de mi juventud está relacionado con el Festival de Lucerna trabajando y tocando bajo las órdenes de Herbert von Karajan en la Orquesta del Festival. Lo que aprendí en esa época, sentado frente a él, me ha acompañado durante toda mi vida y me ha ayudado mucho como director.